sábado, 30 de agosto de 2008

El retorno al hogar

Ya estamos en casa. Después de nuestra última noche en Tenerife saliendo un poco por los Cristianos y sablándonos por cenar hemos llegado a Madrid. Salimos esta mañana de San Isidro y fuimos al aeropuerto sur para coger el 340 que nos llevaba al aeropuerto norte. Allí tuvimos que esperar un ratillo y comernos un bocatilla. A las dos más o menos pillamos el avión y las 5.30 estábamos en Barajas. Tuvimos un percance, una botella de Ron Miel de la maleta de Juanma se rompió y se lio parda. Luego ya pillamos el metro y a casita, a ver a mis compañeros de piso y a otra gente que hay también ahora en mi piso. Ahora a descansar un poco y a estudiar, que llegan los tiempos duros. Con esto doy por finalizado este blog, aunque seguirá abierto por si a alguien se le ocurre hacer comentarios o echarle un vistazo. Nos vemos.

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viernes, 29 de agosto de 2008

El final del verano

Como decía el dúo dinámico: "El final del verano llegó y tú partirás... " y es el momento de las despedidas y de ir acabando el blog, así que como habrá un post para contar qué tal el viaje de vuelta este es el penúltimo (como la penúltima copa de la noche, jeje). Esta noche tenemos pensada hacer una cena de despedida todos los becarios, aunque algunos se quedan aún unos días, pero Juanma, Maca y yo partimos mañana. Este entretenido verano en Tenerife se acaba, pero bueno, siempre hay posibilidad de venir por aquí, aunque no sea a trabajar, sólo de fiesta. Por lo que sólo queda disfrutar las horas que aún nos quedan aquí, que dentro de poco ya empiezan los exámenes.

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miércoles, 27 de agosto de 2008

Maxca Revolutions

Y como todas las historias tienen su final, aquí está el final de la aventura del finde, la bajada y subida del barranco de Masca:

El domingo cuando nos levantamos, que tampoco fue demasiado pronto, preparamos unos bocatas, unas botellas de agua y nos pusimos camino de Masca, un pueblecito en el oeste de la isla cerca del acantilado de los gigantes. Aparcamos el coche y comenzamos a bajar hacia la Playa de Masca, aunque se podría llamar la de Cuenca, porque está igual de lejos. El comienzo fue bueno porque era todo bajar e incluso nos encontrábamos con gente y les íbamos preguntando que cuanto quedaba, pero a medida que parecíamos acercarnos aparecían más y más rocas. Incluso cuando empezamos a oir los barcos y los niños estábamos bastante alejados, pero antes de desesperar llegamos a la playa.

Yo llegué completamente deshidratado y menos mal que allí una buena gente nos llenó las botellas de agua. Estuvimos allí un rato comiéndonos el bocadillo, viendo a la gente en los barquitos y cogiendo fuerzas para la subida, que las íbamos a necesitar. No nos bañamos porque después subir con la sal del mar podía resultar horrible, así que yo me refresqué un poco los pies en las corrientes de las rocas y un rato después comenzó la subida.

Eso fue más duro porque era subir, y temíamos quedarnos sin agua. Había dos puntos claves que habíamos encontrado a la bajada que nos dirían lo que nos quedaba: un bidón metálico y el túnel que sale en la foto con Juanma que teníamos que pasar por dentro. Pero el problema era que no conseguíamos llegar. Incluso encontramos unas cabras que nos tiraban piedras. Y así, por fin, encontramos el tunel y ya vimos que el final podía llegar, aunque a partir de allí era la parte de subida más dura. Cuando por fin vislumbramos las primeras casas del pueblo fuimos muy felices pero esa parte se hizo muy cuesta arriba subiendo escaleras de piedra y madera, y ya cuando llegamos arriba del todo fue maravilloso, jeje.

Después de descansar un poco compramos una botellita de agua y cogimos el coche para volver a casa. Eso sí, olíamos a chotuno y dábamos un poco de asquete, por lo que había ganas de llegar a casa y ducharnos. La ducha sentó genial y nos fuimos prontico a la cama que al día siguiente había que trabajar y estábamos muy cansados.

Habéis visto que ha sido un finde entretenido, con montañismo, barranquismo, ... sólo faltó fiesta pero la verdad que no había cuerpo para mucha. Ya quedan pocos días para nuestro retorno, esto se acaba, pero aún habrá que dar un poco de guerra por la isla.

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martes, 26 de agosto de 2008

Teidix reloaded

El Teide era nuestra meta y lo conseguimos, eso sí, fue duro pero valió la pena.

Bueno, como contaba en el post anterior nos levantamos a las 5.30 de la mañana para comenzar la dura subida al cráter del Teide. Juanma y yo nos adelantamos un poco y comenzamos a subir en la oscuridad de la noche Tinerfeña sorteando rocas e imaginándonos el camino, porque la verdad no estaba del todo claro por donde ir. Tras una dura subida llegamos al camino que va hacia la parte de arriba del telesférico que era más llano y nos permitió tomar un poco el aliento, pero antes de llegar al funicular tomamos el último tramo del camino, el sendero número 10 y poco a poco, faltándonos el oxígeno, oliendo a azufre y con viento racheado y frío fuimos subiendo.

En este tramo ya nos alcanzaron los otros, sobre todo a mí que estaba reventado pero por fin vi la luz al final del cráter y llegué a la parte más alta. Había ya una cuanta gente más del refugio ya que la gente va a ver amanecer. Lo vismos con un gran pestazo a azufre y varias nubes que no lo hacían tan espectacular, pero bueno, conseguimos vislumbras la "sombra del Teide". Un ratito después bajamos, pues había que abandonar el sendero 10 antes de las 9. Ya cansados decidimos bajar en Telesférico (menos Calleja que se bajó andando) y fuimos a por los coches Cuco y yo haciendo dedo ya que estaban a unos dos kilómetros de la bajada del telesférico.

Volvimos a casa y estuvimos descansando un poco, comimos y luego Juanma y yo como habíamos cogido el coche para el fin de semana nos fuimos al Norte a ver el Drago Milenario, hacer desgustaciones por Icod y comprar cosillas por el Puerto de la Cruz. La verdad que estaba una tarde cerrada e incluso cayeron algunas gotas. Luego nos bajamos a San Isidro a intentar convencer a Maca para salir pero fue imposible así que nos echamos unos vinos en su casa y nos fuimos a sobar, porque el Teide no era el único reto del finde, nos quedaba Masca . . .

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lunes, 25 de agosto de 2008

The Teidix

Pues nada, este finde ha sido también de los moviditos, de esos que hemos aprovechado a tope así que contarlo en una sola vez pues me parece un desperdicio por lo que aquí comienza la primera parte de la aventura:

El viernes poco después de salir del trabajo cogimos los enseres de montañismo y nos dispusimos a escalar la montaña más alta de España, aunque nosotros empezamos desde la base que está a 2200 m. Dejamos los coches aparcados y comenzamos a caminar por el desierto con el sol acompañándonos. Recorrimos gran parte del trayecto sin problema, y ya nos parecía que no iba a ser tan duro hasta que llegamos al punto donde se hace algo más empinado (cuando digo algo quiero decir mucho). Aunque Elena S. decía "Me lo subo, me lo bajo y un piti" no fue tan sencillo.

Comenzamos a subir en zigzag por lo que parecía camino, aunque a veces se dudaba. Poco a poco fuimos subiendo sufriendo algo de mal de altura, mareillos, cansancio, pero nada grave. Incluso nos anocheció y tuvimos que hacer el último tramo hasta el refugio de noche, pero ver el refugio nos subió la moral y ya nos daba todo igual.

Llegamos al refugio y estuvimos comiendo algo, echando unas cartas y después a intentar dormir, porque la verdad que dormimos muy poco. A eso de las dos llegaron los otros cuatro que empezaron el camino desde la playa del socorro y aunque no dábamos un duro por ellos lo consiguieron. Después del jaleillo volvimos a intentar dormir aunque esta vez algo se pudo, pero a las 5.30 estábamos levantados ya que a las 6.00 íbamos a comenzar la última parte del camino, que fue la más dura y que mañana contaré.

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